miércoles, 12 de diciembre de 2007

Comenzar, Comenzar...




De la idea original de hacer un blog sobre análisis de textos y otras tortuosas prácticas de literatura profesional.


Non Multa, Sed Multum: No muchas cosas, sino mucho. Estas palabras le son atribuidas a Plinio el Joven (62-114) y con ellas se intenta decir que es preferible aprender pocas cosas de importancia que muchas sin ella... Con esta frase ad hoc inauguro un nuevo ejercicio de blogging dedicado a el lado más escondido de la literatura: el Análisis de Textos (algunos dirían el más enojoso y otros el lado tenebroso, en fin...) Práctica oscura y altamente reprobable, para algunos profesores de literatura, por supuesto, abruma por su subjetividad. Pero hay luz al fondo del pozo (esperen... ¿Estamos en un pozo? ¿Que no? ¿Hay pozos con luz en el fondo?) Bueno, el caso es que hay luz en el fondo del lugar común, es decir, del túnel. No es difícil de llevar a cabo, en realidad, ya que tras unas 3,756 horas de leer y releer para entender que demonios quería decir Thomas Mann en apenas el primer capítulo de su Montaña Mágica pues ya casi vives en esa montaña, y te mueres de frío. Pero el análisis saldrá porqué saldrá... De a párrafo por párrafo. Tortuoso el camino es, sin duda... sobre todo si es mágico.

Ya más en serio, aunque la literatura nos ofrece la inmensidad de la imaginación a nuestro alcance, el analizar un texto también nos ofrece una perspectiva diferente, sobre todo a aquellos que intentan escribir. Dicho análisis te da la perspectiva del lector, que aunque nunca hay que pensar en ello, vaya que si ilumina. Entonces, a lo bueno. En primera instancia, es decir en una entrada próxima, mostraré en sencillos pasos el como hacer un análisis de un texto pequeño -en su extensión, que no su importancia- esto para hacerlo más comprensible al ojo poco entrenado. Más adelante iré incluyendo otros tópicos igualmente interesantes y tortuosos.

Valga esta introducción como declaración de intenciones, que vendrá más después... Y alguien ha de preguntar: ¿Para que analizar un texto? Para ser más culto por supuesto, ya que si no se es un profesional de la lengua, pues bueno, no importa para nada. Y claro si ya camina uno erecto y no vamos viendo hacia el piso, siempre vale aprender un poco de todo, especialmente si tenemos las manos libres para llevar en ellas un buen buen libro...

Paco Hernández-Castañeda
Diciembre de 2007



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